Hay otro problema con los precios de la canasta básica en Guatemala.

El precio de la cebolla subió un 50% durante septiembre. Este es un aumento que NO es producto de malas mediciones de la inflación por parte del INE. El INE lo reporta (pág. 27), así como el MAGA (pág. 5) y al menos un medio de comunicación nacional. Una mala cosecha ha afectado los precios internacionales y ese es parte del problema. Sin embargo, ante una situación como esta, las condiciones de nuestro país hacen que el problema crezca y haga que nuestros precios locales aumenten aún más.

Los costos de transportar alimentos en Guatemala son elevados. Esto es evidente en cómo varían los precios de la cebolla a lo largo del país, en donde la diferencia de precios pueden ser del 66% entre las Verapaces respecto a los precios en Huehuetenango y el Quiché (ver Gráfica 1). Guatemala no cuenta con un mercado nacional integrado: para ser un país con un territorio tan pequeño, tenemos mucha variación de precios a lo largo del territorio. Los costos de transporte no sólo son producto de tantas montañas y tan pocos ríos que tenemos. También es un problema de las pocas carreteras en buen estado que tenemos y que no funcionan trenes que atraviesen nuestro territorio en un par de horas. También es un problema de la seguridad que se tiene que pagar para transportar alimentos. Asimismo, es producto de los alimentos que se echan a perder porque es demasiado costoso tener camiones refrigerados que mantengan el producto en condiciones óptimas, en lugar de ser transportados en las palanganas de pick-ups, expuestos al smog y al calor de la ciudad Capital.

Este costo de transporte y en general de logística es evidente también en el margen que existe entre el precio de mayoreo y el precio a minoristas. A agosto, el quintal de cebolla blanca seca mediana al mayoreo era de Q.207 el quintal mientras su precio promedio al minorista equivalía a Q.378 el quintal. Una diferencia de 83% que se va entre costos de transporte, reparaciones y lentitud del transporte por malas condiciones de la carretera, distribución, almacenaje, desperdicios, seguridad del camión, etc.

Para orientar la política, necesitamos que SEGEPLAN y el INE, junto con el MINECO y el MAGA, empiecen un proyecto para medir cómo los costos de transporte, seguridad desperdicios, procesos aduanales, etc, impactan los precios de alimentos dentro de Guatemala. Un estudio del Banco Mundial que calcula los costos para distintos productos y países de América Central puede servirnos de base para generar indicadores que podamos darle seguimiento mensual, o por lo menos cada trimestre. De lo contrario, no podemos saber si el problema para reducir los costos en Alta Verapaz, por ejemplo, depende de reducir los costos de seguridad o si es un problema de muchos vegetales que se echan a perder en el camino.

Mientras tanto, la infraestructura se sigue deteriorando. Mientras tanto, el caso Odebrecht aún no ha llegado a las cortes a pesar que ya ha ocurrido en tantos países en América latina. Mientras tanto, la capacidad de ejecución del Gobierno sigue siendo baja. Mientras tanto, la legislación sigue siendo un obstáculo (léase multas de la Contraloría General de Cuentas, por ejemplo). Mientras tanto, el MICIVI, los COCODES y las Municipalidades, siguen ejecutando infraestructura de baja calidad, cuando la ejecutan. Mientras tanto, las Alianzas Público-Privadas siguen detenidas, con una ley que favorece que cada proyecto sea víctima de saqueo por parte de los diputados. Mientras tanto, el Congreso y el Ejecutivo sigue sin poner prioridades claras. Mientras tanto, nos va a ir a tocar comprar la cebolla más cara. Y peor si usted vive en Las Verapaces o en la Ciudad de Guatemala.

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October 23, 2017