Escenario sin Salario Mínimo Diferenciado

Y ahora ¿qué podrá ayudar a Jimmy?

Suponiendo que este gobierno realmente tiene el interés de generar empleo formal de manera masiva, ¿qué quedaría por hacer si la Corte de Constitucionalidad (CC) termina anulando el salario mínimo diferenciado (SMD)?

El objetivo del SMD es impulsar la creación de empleo formal en el interior del país, entre la población de bajos niveles educativos. Dicha propuesta ha generado el rechazo de algunos grupos. Por eso es importante, como ejercicio analítico, considerar el escenario donde la CC termina anulando los SMD, pero se mantiene la meta de la generación masiva de empleo formal.

Empezaré señalando cuáles no son respuestas adecuadas porque de igual modo tenían que implementarse de maneras complementarias al SMD: expandir la capacitación, expandir la educación a nivel secundario y desarrollar la infraestructura cercana a los puertos del país para la instalación de parques industriales competitivos en el plano mundial. Hablar de impulsar la productividad agrícola, así como de impulsar brincos tecnológicos, suele implicar menos empleo, así que el camino para crear cientos de miles de empleos formales no va por ahí.

Las alternativas para lograr impactos inmediatos deben resolver la disyuntiva entre el costo laboral del salario mínimo y la baja productividad de trabajadores con bajos niveles educativos en el interior del país.

En ese sentido, veo tres opciones. Primero, relanzar la beca Mi Primer Empleo para jóvenes, que empezó como proyecto piloto durante el gobierno anterior. Segundo, lanzar una beca de empleo para madres de familia, que se discutió en la administración anterior como un potencial segundo proyecto piloto. Y para los hombres adultos con bajos niveles educativos que viven en el interior, lo que se me ocurre sería crear un incentivo fiscal a las empresas por generar empleos formales, en forma de crédito fiscal que pueda ser transado en un mercado secundario. Al poder ser transado en el mercado secundario se evitaría el problema que hoy sufren los exportadores: que esperan años para obtener de regreso el crédito fiscal.

Ahora bien, estas propuestas se topan con tres problemas.

Primero, para impulsar las becas para jóvenes y madres de familia se requiere que se apruebe la ley de tiempo parcial, pues esta les proporcionaría a estos grupos de la población la flexibilidad necesaria para cumplir con sus responsabilidades familiares y educativas. Sin embargo, a la fecha, la aprobación de esta ley ha sido imposible.

Segundo, para que el programa de beca Mi Primer Empleo evolucione adecuadamente, se requiere repensar la educación secundaria para permitir la implementación de la educación dual, en imitación de la experiencia alemana y japonesa. Esto promovería la existencia de una mayor cantidad de técnicos que tendrían una fácil habilidad para insertarse en procesos productivos sofisticados, ya sea en la industria de software o en el manejo de maquinaria.

El tercer problema, el más complicado, es crear el espacio fiscal para las propuestas. Los que se oponen al salario mínimo diferenciado, pero que también están preocupados por crear empleo formal de manera masiva, harían bien en hacer los cálculos y en mostrar si es financieramente viable para el Estado y atractivo para las empresas. Yo veo esto complicado.